1286149089_125945613_1-Fotos-de--15000-CD-Manual-de-Corretaje-de-Propiedades-Tasaciones-y-Administracion-de-Edificios-1286149089[1]
1.- A fuerza ni los zapatos. Piensa: ¿realmente lo deseas o sólo es para lidiar con la presión social? Aunque es sinónimo de estatus, ser propietario de una casa no es igual de importante para todas las personas, ni va bien con todos los estilos de vida.
2.- Tiempo de anidar. Aunque cada vez hay más solteros que buscan la independencia en unas escrituras, lo más común es que esa necesidad real llegue junto con el matrimonio y los hijos; los psicólogos le llaman construir el nido. Eso sí, cuida que no empate en tiempo con otros gastos mayores como la maternidad o tu regreso a la escuela en busca de un posgrado.
3.- Estabilidad emocional. Si tu relación sentimental no atraviesa un buen momento y existe peligro de separación, una casa propia y una deuda a largo plazo pueden convertirse en un tema difícil de manejar, tanto emocional como legalmente. Consulta nuestra infografía » De créditos y sentimientos»
4.- Espíritu aventurero. Ahora bien, si tú y tu pareja son de espíritu libre y no les gusta echar raíces o les encanta viajar, comprar casa no tiene sentido y una hipoteca sería un lastre demasiado pesado. Otra posibilidad es que tu carrera profesional te exija periódicamente cambios de residencia, y rentar es tu mejor opción.
5.- El terreno laboral. Es común que en muchas empresas realicen ajustes frecuentes, estudia este aspecto y asegúrate de que tu empleo no está en peligro. Tampoco olvides considerar que tu sueldo no será el mismo en 20 años. Es importante que evalúes tu futuro productivo.
6.- Tus gastos mensuales. Antes de buscar la casa de tus sueños y la mejor opción de crédito hipotecario, analiza tu presupuesto mensual para determinar tu capacidad de ahorro y revisa tus cuentas bancarias.
7.- Cuánto tienes ahorrado. Si ya estás decidido y tus finanzas son sanas ordenadas, sin grandes deudas y con buena capacidad de ahorro, lo que sigue es tener el capital para solventar los gastos de arranque: enganche, avalúo, comisión por apertura de crédito y escrituración, así como un presupuesto para adaptaciones.
8.- Te apretarás el cinturón o el cuello. Financieramente, el mejor momento para amarrarse a un crédito es cuando tienes el enganche suficiente para que tu mensualidad quede del mismo monto que la renta que estás pagando. Así será más cómodo y menos estresante; apretarse el cinturón no funciona, en poco tiempo lo que te apretará es el cuello.
9.- Mide tus fuerzas. Para los compradores de primera vez es conveniente buscar una propiedad un poco más barata de lo que pueden pagar. Eso deja un margen de maniobra que permite ahorrar para imprevistos. Infografia: Evita los errores de los compradores primerizos.
Una vez evaluada tu situación personal y económica, y si ya estás decidido, es hora de comenzar a buscar la mejor oportunidad de compra.