A nadie le gusta una casa que huele mal y mucho menos a un comprador potencial. Es tan enorme la influencia de los aromas que su utilización se extiende a diversas ramas de la industria, incluso existen empresas que se dedican crear ambientes a través del manejo de los olores. Esta es una tarea que no se toma a la ligera.

Los casinos y las grandes cadenas de hoteles usan fragancias ambientales no solo para eliminar los aromas desagradables, de hecho, las usan porque tienen algo muy claro: saben que un buen olor vende.

Buenos o malos olores y el éxito de venta

De acuerdo con algunos estudios independientes, existe una fuerte correlación entre el uso de fragancias ambientales y el aumento de los ingresos. Las compañías invierten bastante para desarrollar reforzamientos psicológicos positivos.

La industria inmobiliaria no está fuera de juego, también reconoce el poder emocional como elemento para favorecer la compra de una casa y para ello recurre a ciertas técnicas, por ejemplo, añadir un olor especialmente agradable a sus casas o departamentos muestra.

Consejos para dar la mejor impresión y vender más rápido

El tema de los olores se trata de asociaciones, de traer a la mente recuerdos que funcionen como reforzadores positivos, ahí es donde radica su verdadero poder. Como señala el folclor del marketing, un aroma delicioso tocará el nervio que conecta el corazón con la billetera. Veamos algunas estrategias para lograr el cometido:

  • Olor a sucio: si en el lavatrastos ya no caben los platos o el cesto se desborda de ropa sucia, es hora de limpiar. Los olores que desprenden estas fuentes no le dan la bienvenida a nadie.
  • Olor a mascotas: si tu perro o gato viven dentro de tu casa, procura ventilar las habitaciones y dejarlos fuera por unas horas, mientras muestras tu casa. Su aroma puede resultar molesto para algunas personas.
  • Olor a cigarro: Este olor suele impregnarse en la ropa, en las cortinas y hasta en los cojines, evita el uso de aromatizantes que solo enmascaran el problema. Prueba con un generador de ozono o lava a profundidad las cortinas y las fundas.
  • Olor a comida: tu posible comprador no necesita saber lo que desayunaste o lo que comerás ese día. Para no tener una mezcla de olores en la cocina, opta por pedir comida a domicilio.

Algunos consejos:

Hacer que un lugar huela bien no se trata de llenarlo de flores o sustancias aromáticas. No es poner aromatizante cítrico en caso de que una familia se interese en tu depa o rosas cuando el prospecto sea una mujer joven y soltera. En realidad, lo más recomendable es hacer coincidir la fragancia con el tipo de construcción. Por ejemplo, el olor a jengibre va bien con un departamento de estilo contemporáneo, la canela es ideal para lugares con madera oscura. No se pueden hacer combinaciones aleatorias.

Si no crees que en tu casa pueda haber aromas indeseables, pide a alguien de tu confianza que te ayude a identificarlos en caso de que existan, incluso puedes pedir al opinión de tu broker hipotecario y tal vez te pueda ofrecer una solución.

Uno de los trucos más viejos en los bienes raíces es poner galletas en el horno antes de que el comprador cruce la puerta. Su olor recuerda el calor de hogar, de eso se trata este arte.

La próxima vez que vayas a vender, o si ya estás en el proceso, toma en cuenta estos aspectos que pueden parecer invisibles pero que conforman una herramienta poderosa para motivar a la gente e influir en su comportamiento consumista