Si pasan años y el usuario de una institución financiera no realiza movimientos, por ejemplo, en su cuenta de ahorro, los recursos económicos podrían ya no estar a su alcance.

Con base en el artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, se considera que si una cuenta bancaria es abandonada, es decir, si no presenta depósitos ni retiros en determinado tiempo, los recursos pueden ser entregados a la beneficencia pública.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) dio a conocer que al cumplirse tres años de inactividad, los recursos financieros pasan a una cuenta global en la que el monto seguirá siendo del titular y podrá reclamarlo para disponer de su dinero.

El banco en cuestión tiene la obligación de avisar —con 90 días de anticipación— en el domicilio de su cliente sobre el traspaso de sus recursos a la cuenta concentradora. Si transcurren tres años más a partir de la fecha de dicho depósito, el titular no realiza transacciones y no excede más 300 días de salario mínimo general, el dinero será entregado a la beneficencia pública. En este caso, los recursos ya no podrán recuperarse y serán entregados para atender las necesidades más urgentes de las clases desprotegidas.

Por ello, la Condusef recomienda realizar de manera periódica algún movimiento en las cuentas bancarias, así como mantener actualizados tus datos como la dirección y los beneficiarios. Toma en cuenta esta sugerencias y evita perder tu capital.